Escribo un microcuento cada día, inspirándome en una foto al azar.
Parecía no haber consuelo para el pequeño que no había obtenido sus caramelos.
Sonrió, como el resto de clientes, pero sintió cierta envidia por esa capacidad para el llanto que tanto aliviaría su carga.
Liath
No hay comentarios:
Publicar un comentario