Con la primera nevada del año cumplieron su ilusión infantil de hacer un muñeco de nieve.
Liath
Escribo un microcuento cada día, inspirándome en una foto al azar.
Al menos, por el momento.
Liath
Fue solamente una vez y, realmente no quería hacerlo.
La mirada de ella cuando supo la verdad le hizo comprender que no le perdonaría jamás.
Liath
Sus pinturas eran extrañamente bellas.
Nada parecía tener sentido en ellas, pero tenían al mismo tiempo la capacidad de calmar el espíritu de quien las observaba con atención.
Liath
El ave parecía recuperada y tuvieron que dejarla ir.
Dolió, sí. Pero verla volar en busca de los suyos, enjugó sus lágrimas.
Liath
Ir a la playa con sus amigas se convirtió en una tortura cuando apareció Alberto y todas competían por conquistarle.
Liath
Completó el saquito ritual para que Alba se lo llevara en su viaje.
A pesar de las burlas, ella creía firmemente que la protegería de todo mal.
Liath