Intentaron convencerla de que no valía, que no lograría superar las pruebas ni entrar en el equipo.
Pero allí estaba, preparada para darlo todo en su primer partido como capitana.
Liath
Intentaron convencerla de que no valía, que no lograría superar las pruebas ni entrar en el equipo.
Pero allí estaba, preparada para darlo todo en su primer partido como capitana.
Liath
Sara continuó paseando con Nico, evitando mirar la tienda de trajes como el que Alfredo debía haber llevado el día de su boda.
Liath
De la noche a la mañana, un gnomo apareció en su jardín.
Le hizo gracia y se lo quedó. Lo conservó durante toda su vida, sin llegar a conocer jamás su origen ni quién lo depositó allí.
Liath
Ella, que tanto se quejó de la vida superficial que llevaba, ahora veía su existencia reducida a un vaso de agua, una cuchara y un cubo...
Y una voz que le ordenaba qué tenía que hacer en cada momento.
Liath
¿Tanto habían cambiado sus prioridades, y su vida, como para sentirse feliz mirando la colada tendida al sol?
¿Qué le había ocurrido?
Liath
Una sola vez bastó para que Sarah viera la bestia que llevaba dentro y se marchara para no volver.
"Explorar nuevos terrenos, nuevos conocimientos, nuevos límites..."
Sonaba bien, incluso emocionaba pensar en ello, pero... ¿cómo hacerlo en su situación?
¿Se atrevería a soltarse y comenzar de nuevo?
Liath
Tras meses experimentando aquella libertad, tocaba decidir.
Quería volver, pero el precio parecía demasiado elevado.
Por más que gritó y suplicó, sus amigos le enterraron vivo.
Seguro ya de que no volverían a buscarle, buscó el modo de salir de la tumba.
Liath
El tipo, que debía creerse Tarzán, se puso a gritar como un loco, atrayendo así a los leones, que no dudaron en atacar.
Liath
Un dolor intenso punzó su pecho sin que pudiera saber a qué se debía.
Cuando recuperaba el aliento, sonó el teléfono.
Liath
En ocasiones no podía evitar preguntarse si Carlos echaría de menos la figura de un padre, pero entonces la miraba con esa sonrisa suya y sentía que estaba bien.
Liath
Irene no podía haber elegido mejor.
El lugar era tan perfecto que sintió deseos de no volver a la ciudad.
Liath
Cada vez más orgullosa y feliz por las decisiones tomadas, Elena cambió hábitos para volver a ser la de un año atrás.
Liath
Un nuevo invitado llegó al jardín: un colibrí que parecía encantado con las opciones de comida a su disposición.
Liath
La vida estaba tan llena de contrastes como el momento que estaba viviendo: se rodaba una película de época mientras un moderno helicóptero sobrevolaba la escena.
Liath
A veces le resultaba odiosa; otras, hermosa como un abrazo.
Era su ciudad, donde viviría y moriría. Era incapaz de abandonarla.
Liath
Pese a que todo estaba perfectamente planificado, según la organización, ellos se sentían como pequeñas hormigas en aquel inmenso bosque.
Ella no jugaba al mismo juego que él.
El castillo que había ideado para ella y con ella, se derrumbó como una construcción de naipes.
¿Calibraba el peligro que representaba o el hambre que sentía?
Liath
Mientras Blas hablaba y hablaba de todo lo que haría, si quisiera, Rubén se esforzaba cada día hasta conseguir su sueño.
No sería la primera estancia que enseñaría a los invitados, claro, pero para ella su cuarto de baño era el colmo de la belleza.
Liath
Tras todas las ceremonias y rituales. Después de la inevitable reunión familiar, Susana se fue a su dormitorio y esperó a que todo lo que bullía en su interior, reventara.
Liath
Cuando el rayó cayó y comenzó el fuego, le vino a la mente el vagabundo al que negó techo.
Tal vez, su dios sí estaba atento a los detalles y le estaba castigando por ser tan poco caritativo.
Liath