Simón la miraba como diciéndole: ¿Ves como tenía razón al bufarle al fulano ese?
Liath
Liath
Lanzó sus conjuros al viento, poniendo toda su intención y su amor para que éstos fueran efectivos.
Liath
En mi mundo imaginario la estirpe de Pegaso aún poblaba la Tierra y era posible verlos volar con el resto de seres alados.
Liath
Fue ese día, mientras caminaban por el bosque como habían hecho en multitud de ocasiones, cuando se miraron y supieron que nunca se separarían porque sus destinos estaban ligados desde tiempo atrás.
Liath
Mientras buscaba los ingredientes para el conjuro, la noche la alcanzó.
Zoé continuó con su tarea sintiéndose protegida por la Diosa.
Liath
La gigantesca sombra de la serpiente la acompañó fuera del sueño.
Era tan raro... ¿Qué significado tendría?
Liath
El fuego ardía y del caldero brotaban aromas exquisitos.
Los miembros del coven iban llegando y todo auguraba una noche de amor y amistad.
Liath
Observó el cortejo de las aves sin poder evitar pensar en su relación y lo poco que ellos se esforzaban por mantenerla viva.
Liath
De las tinieblas surgió un ser tan negro como la noche.
Temblé sin saber si venía a ayudarme o, por el contrario, acabaría con mi vida.
Liath
Le encantaban los pájaros.
Daba igual su forma o su tamaño, los adoraba.
Pero como no podía soportar verlos enjaulados, llenó su casa de pinturas y fotografías de ellos.
Liath
Al menos, por el momento.
Liath
Fue solamente una vez y, realmente no quería hacerlo.
La mirada de ella cuando supo la verdad le hizo comprender que no le perdonaría jamás.
Liath
Sus pinturas eran extrañamente bellas.
Nada parecía tener sentido en ellas, pero tenían al mismo tiempo la capacidad de calmar el espíritu de quien las observaba con atención.
Liath
El ave parecía recuperada y tuvieron que dejarla ir.
Dolió, sí. Pero verla volar en busca de los suyos, enjugó sus lágrimas.
Liath
Ir a la playa con sus amigas se convirtió en una tortura cuando apareció Alberto y todas competían por conquistarle.
Liath
Completó el saquito ritual para que Alba se lo llevara en su viaje.
A pesar de las burlas, ella creía firmemente que la protegería de todo mal.
Liath
A través del altavoz le llegó su voz, la voz del que fuera su primer amor y que partió tanto tiempo atrás.
Liath
Siguió el vuelo del ave hasta que ya no pudo distinguir su silueta.
Había llegado el momento de poner fin a todo y, decidida entró en la casa.
Liath
Miré a Raúl, que se había dormido en el sofá de su padre esperando a que llegase y no pude evitar pensar en todos los niños cuya espera sería en vano.
Liath