Ahora que se había marchado, le gustaba sentarse en el porche y contemplar el sonajero de viento que con tanta ilusión compraron al mudarse allí.
Le gustaba pensar que, al sonar, era ella acariciando los tubos con los dedos...
Ahora que se había marchado, le gustaba sentarse en el porche y contemplar el sonajero de viento que con tanta ilusión compraron al mudarse allí.
Le gustaba pensar que, al sonar, era ella acariciando los tubos con los dedos...
Su mente comenzaba a fallar, no en vano pronto cumpliría el siglo de vida, pero el recuerdo de su pequeño Manuel permanecía tan nítido como aquel verano.
Liath
Incluso estando rodeada de gente querida que la protegía y la cuidaba, Sara temblaba cada vez que oía aquella canción.
Liath
Cuando creía que la visita al hogar de sus parientes no podía mejorar, descubrió a uno de sus vecinos, un oso polar, mirando por la ventana del salón.
Liath
"Gracias" era la única palabra que salía de sus labios.
Gracias por escucharla.
Gracias por abrazarla.
Gracias por permanecer allí.
Con horror leyó las nuevas leyes que, prácticamente, las anulaba y hacía de ellas unas delincuentes por el simple hecho de amarse.
Entonces miró fijamente la fotos y vio que todos los legisladores eran hombres. Hombres rígidos y llenos de prejuicios.
Y comprendió...
Liath
Sentada en la azotea, respiró profundamente el aire nocturno e intentó olvidar, por unos momentos, el ruido que había en su interior.
Liath
Todo su entusiasmo quedó eclipsado al volverse el siguiente naipe.
El Ermitaño recomendaba precaución.
Liath
En su afán por apostar, arriesgando siempre el máximo, aquella noche perdió hasta su alma y ni siquiera lo notó.
Liath
El mundo había girado innumerables ocasiones, ocasionando cambios que era imposible controlar.
Mientras, ellas habían permanecido inmutables, ajenas al paso del tiempo.
Hasta que el sueño de un desequilibrado se convirtió en la pesadilla del mundo.
Liath
Ahora todo el mundo celebraba su éxito, pero mientras entrenaba duramente pocos la animaron, confiando en su talento.
Liath
El pueblo quedaba lejos, demasiado.
Pero Susana había conseguido llevarse un poquito de allí, y ahora crecía con fuerza en el frío piso de la ciudad.
Liath
Casi no se conocían y apenas habían intercambiado un par de frases, pero al ver entrar a su nuevo jefe, ambos exclamaron lo mismo, al unísono.
Liath
Había aprendido pronto lo que era la Soledad.
Casi siempre se había sentido sola, aún teniendo familia y estando rodeada de gente.
Por ello, cuando llegó el momento en que tuvo que vivir sola, abrazó la Soledad y convivió con ella pacíficamente el resto de sus día.
Liath
Había oído tantos cuentos sobre cómo sería el Edén y lo deseaba tanto, que casi olvidó que su propia vida era ya como ese paraíso prometido tras la muerte.
Liath
Eli también soñaba con ir a la luna.
Pero no para volver, como los astronautas.
Él quería hacerse allí un refugio donde nadie pudiera encontrarle y volver a dañarle.
Según la carta todo era perfecto para el amor y su relación, pero Carlos no se decidía a dar el paso, y Jairo comenzó a pensar que tal vez, no eran el uno para el otro.
Liath
Pese a que todos creían que Julio no tenía un gato muy normal, "Anselmo" jugaba como cualquier cachorro cuando él y su dueño estaban solos.
Volví a encontrarte.
Todos mis propósitos y promesas quedaron olvidadas cuando entré el bar y me miraste.
El animal parecía salido de otro planeta.
Su aspecto y su manera de moverse, la impresionaban sobremanera.
Pero él lo adoraba y ella aprendió a quererlo.
El dibujo de su camiseta, tan similar a los azulejos de la cocina de su abuela, hizo que sintiera una extraña conexión con aquella desconocida.
La música era su remedio, su medicina, su salvación.
Cuando el ruido exterior amenazaba con romperle, recurría a la música y se calmaba todo.
Liath
Según la carta, debía adoptar valores "tradicionales" para crecer y liberarse.
También para ¿casarse?
Y pensar que estuvo a punto de no ir...
Ver a sus amigos, su familia escogida, riendo felices a su alrededor, llenó su corazón y le hizo olvidar, por unos días, la fea realidad en la que vivían.
Hoy comenzaba un nuevo ciclo.
Había pasado por todos los procesos de sanación, tomado el tiempo necesario para cerrar heridas.
Ahora esta curada, libre de apegos.
Respiró profundamente y salió.
Liath
Tras los gestos de cariño y las dulces palabras.
Tras el dulce cortejo, César mostró su verdadero rostro y Cris se sintió como mosca atrapada en una telaraña.
Liath
Ahora que todo parecía perdido, sentía que la decisión abandonarlo todo y "ser libre" había sido un error.
Liath
La realidad era que su "rivalidad" sólo era para con el mundo exterior. Ambas estaban tan unidas que, en ocasiones, parecían una.
Liath
Sus clases de pintura comenzaban a dar sus frutos.
A ella le parecían geniales, pero aunque dudaba de su talento, al menos disfrutaba de esos momentos consigo misma.
Liath
"Gracias" era la palabra que más usaba esos días.
Gracias al hombre que la encontró.
Gracias a los médicos que la curaron.
Gracias a su familia por arroparla.
Incluso le daba las gracias a él, por haberla dejado y empujarla a tomar aquella decisión.
Liath
Algunos lo tachaban de loco, pero él no sólo cuidaba del rebaño; se preocupaba por cada oveja como si fuera la única.
De pronto, todo el mundo se apresuró y salieron de la casa, dejándole en el jardín.
Toby no entendía el repentino cambio en su rutina, pero se esperó pacientemente a que volvieran a buscarle.
Liath
Tras varios meses en los que todo había salido rematadamente mal, Susana había encontrado el lugar donde su salud había remontado y había conseguido la paz que ansiaba.
Frente al agresivo ruido del mundo, Rosana usaba la música.
No iba a permitir que la furia externa perturbara su pacífica existencia.
Liath
Ojalá ser como ellos.
Poder disfrutar del momento sin estar pensando constantemente en lo que vendrá en la siguiente hora...
Liath
Mientras remaba, pensó en sus abuelos, surcando aquellas mismas aguas en busca de un nuevo hogar.
Liath
Parecía una broma, algo sacado de una estúpida película americana.
Pero al mirar por las ventanas, tan sólo se veían aquellas enormes naves.
Liath
En los libros, Roberto hallaba la familia y los amigos que no tenía.
Encontraba todo aquello que le llenaba de luz para afrontar su oscura realidad.
Liath
El dios agarró al animal y lo alejó de ella, salvándole la vida.
Por mucho que se rieran y que, ciertamente, el dueño del zoo se pareciera al dios, estaba segura de que eso fue lo que ocurrió.
Liath
Jamás contó lo ocurrido, la razón para abandonarlo todo.
Simplemente tiró los patines a un rincón y los dejó allí, como recordatorio mudo de lo que fue.