En su ensoñación, Laura era un precioso ángel que le sonreía con dulzura.
Al despertar, el dolor seguía ahí, pero un tanto amortiguado.
Liath
En su ensoñación, Laura era un precioso ángel que le sonreía con dulzura.
Al despertar, el dolor seguía ahí, pero un tanto amortiguado.
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El Universo entero pareció girar a mi alrededor cuando vi de nuevo a Emilio y todos mis propósitos de olvidarle se esfumaron.
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Por culpa de la impresora la imagen no salió como esperaba, pero dio juego para divertidas anécdotas y reacciones.
Cuando Carlos y María discutían Fozzy se ponía triste.
Tan sólo quería que cesasen los gritos y que se fuera la sensación de que algo malo iba a ocurrir.
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Ahora que había visto su reacción se sentía fatal, pero tenía que ser sincero para que no se llevara a engaño, ¿no?
Liath
Un bonito mandala decoraba su cadera.
A él le encantaba escuchar la historia del tatuaje mientras lo recorría con los dedos.
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Como cada año, se reunieron el día en que cumplían años para celebrar la curiosa coincidencia, aunque este año faltaba José y era difícil mantener la alegría.
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Deseando que todo lo que proyectaban fuera fuerte y próspero como las semillas que aguardaban en su mano, comenzó la siembra.
Pero sentía que, sin Sofía, no era tan emocionante.
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Aunque no creía en cosas de brujas, aceptó el conjuro de la adivina y lo siguió paso a paso, deseando que la respuesta fuera la que deseaba.
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La imagen del ídolo sonriente la conmovió de tal modo que, al volver al hotel comenzó a replantearse su forma de vida.
Liath
Y él ya lo tenía todo previsto.
Liath
Odiaba discutir con ella pero, ¿realmente podían hacer algo mejor que pasar el día en la playa?
Liath
La misma montaña que casi acaba con su vida, fue el refugio que le dio una oportunidad de retomar el rumbo de su vida.
Liath
Con los aires de superioridad que se gastaba, era difícil creer que hubiera asumido la responsabilidad del error cometido.
Liath
Aunque sintió ganas de golpearle con él cuando se presentó con ese "estupendo regalo", al final le había sacado partido.
Liath
En su sueño flotaba, ligera como hacía tiempo no se sentía, ajena a José y a todo cuanto había provocado en su vida.
Al despertar, supo qué hacer.
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Berta, estaba segura de que era ella, volvió a posarse en el alféizar de la ventana al igual que el pasado verano.
Liath
No quería ofender al amigo que tanto trabajo se había tomado para hacer su retrato, pero "aquello" no se parecía a nadie que pudiera reconocer.
Liath
Nadie comprendía su arte, pero lo bien que se sentía al plasmar los pensamientos que nublaban su mente lo compensaba todo.
Liath
Observando lo infelices que parecían algunos transeúntes pensó que, tal vez, fuera mejor vivir como él, sin posesiones pero también sin preocupaciones.
Liath
El muchacho aguantó estoicamente la sesión de fotos, mientras buscaba la mirada cómplice de sus primos, que le esperaban para jugar.