Tras horas remando, la idea del paseo en kayak ya no le parecía tan divertida.
Liath
En el tiempo de la cosecha, mientras sus vecinos recogían las hortalizas de sus huertos, Luisa hacía lo propio con las estrellas caídas en el suyo.
Liath
Al fin tenía el piso con aquellas hermosas vistas de la ciudad, que tanto había gustado a Ana.
Solo faltaba ella...
Liath
Aquella relación a tres bandas tenía sus ventajas, y no sólo en lo referente al sexo.
Habría aprendido a conocerlas y amarlas como nunca pudo antes.
Liath
Siempre había tenido olfato para aquellas situaciones y, esta vez, volvía a notar el peligro emanando de él.
Liath
La primera vez que la vio recogía flores de un árbol de su jardín y supo que su vida no estaría completa sin ella a su lado.
Liath
La mirada de Simón la seguía con una muda acusación, al permitir la entrada al extraño que le hizo daño.
Liath
Según la adivina, la carta indicaba que podría pedir perdón y restablecería las relaciones dañadas.
Pero conociendo a Marcos dudaba de que eso fuera posible.
Liath
Bajo los cuidados de Jairo, Susana no sólo se recuperó de sus heridas.
Se abrió como flor en primavera por primera vez en años.
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Con firmeza, pero con la delicadeza de quien trabaja con algo sintiente, Lya fue quitando capas hasta dejar al descubierto lo que poblaba su mente.
Liath
Desde su improvisada cama, el recién llegado observaba a los humanos que trataban de curar sus heridas.
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Aún sabiendo que era imposible, me quedé un rato observando la playa.
Esperaba a que Jaime apareciera, sonriente como siempre, y corriera a buscarme.
Liath
Al fin y al cabo eso era la vida, ¿no?
Aprovechar y atesorar los buenos momentos y superar y aprender de los malos.
Liath
En los posos del té consultó su futuro, pero las señales eran tan confusas que no consiguió entender el mensaje.
Liath
Se había convertido en el tipo de persona que más detestaba y del que más había protestado.
Y no le importaba en absoluto.
Liath
Cuando Jim llegó a mi vida no creía que pasáramos de ser buenos amigos, si congeniábamos.
Con su infinita paciencia y mucho cariño logró que olvidara el daño pasado y volviera a confiar.
Liath
Sentado en la calle esperaba a que su mejor amigo volviera a casa para contarle lo ocurrido.
Él sabría que hacer.
Liath
Nunca pensó en Lía como pareja; hasta aquel momento nunca pensó en que le atrajeran las mujeres.
Pero ejercitándose en las artes mágicas surgió entre ellas "la chispa".
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Saeta observaba atentamente los movimientos de Luis.
Temía que, en su prisa, la dejara nuevamente atrás.
Liath
Inspirada por el espíritu primaveral, y tal vez, por el vino, vio a las hadas salir de las flores del jardín.
Liath
No sabía si los hechizos serían efectivos o no, pero en el fondo, eso era lo menos importante.
Eran hermosos y divertidos, sobre todo cuando los hacían juntos.
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Era una tontería, porque Pedro aún no se enteraba de nada; pero a todos les hizo ilusión que el abuelo se disfrazara para el pequeño.
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Creyó que con Kim encontraría lo que tanto anhelaba, pero ella puso su vida del revés y se marchó sin despedirse.
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El oscuro guerrero fue en busca de sus compañeros, a pesar de las pocas posibilidades de supervivencia.
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En la esperada cosecha todos tenían un propósito y un trabajo, pero no tan bien compensado como algunos esperaban.
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Los murciélagos no eran sus animales favoritos, pero no le causaban tanto pavor como a Ana.
Sin embargo, el que se acercaba a ella consiguió ponerle los pelos de punta.
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